28 de febrero de 2009

El destino nos alcanza, salvemos nuestro planeta.

Vivimos en una época donde los avances tecnológicos que se han logrado en pocos años, han sido superiores a los logrados en toda la historia. La tecnología avanza a un paso imparable y su progreso nos ayuda a todos a alcanzar un máximo desarrollo como seres humanos. Pero no todo es color de rosa y este gran avance ha traído trágicas consecuencias, una de ellas: El calentamiento global.

El clima siempre ha variado, el problema del cambio climático es que en el último siglo el ritmo de estas variaciones se ha acelerado, a tal grado que afecta a todos los habitantes del planeta tierra, animales, plantas, seres humanos. Científicos de todas partes del mundo han puesto su esfuerzo en estudiarlo y encontrar formas para controlarlo. Aun con las graves consecuencias que pronostican los científicos, los gobiernos asumen posiciones indiferentes aun cuando el cambio climático nos afecta a todos.

El problema radica en la contaminación que generan los países industrializados debido a su gran ambición de producir muchos productos y así ganar la competencia en el libre mercado, junto con esto la ambición consumista que ataca a nuestra sociedad desde hace años hacen que el cambio climático se acelere y aniquile especies de nuestro planeta.
La industria limpia no entra en los planes de las grandes empresas de los países del llamado primer mundo debido que para saciar los instintos económicos se necesitan sacrificar muchos aspectos ecológicos, por lo que hay uso desmedido de combustibles, tala indiscriminada de árboles, contaminación de ríos, lagos y mares, etcétera. Esto se refleja en la negativa de los Estados Unidos de América, el país que más contamina del planeta, en firmar el protocolo de Kyoto, alegando que afecta su economía y que excluye a países como China e India, también de los que más contaminan.
Sin embargo los efectos del calentamiento global no excluyen a ningún país, en México, los efectos del cambio climático ya se han hecho presentes. Algunas zonas de Oaxaca han tenido temperaturas de hasta 42 grados centígrados que tienen como consecuencia gran cantidad de incendios forestales en superficies de bosques y pastizales, que agravan la escasez del líquido vital. Se registra la desaparición de especies vegetales y animales; y en las costas del Pacífico y del sureste mexicano hay un aumento en el nivel del mar, que reduce las playas y destruye los caminos más próximos. Aumentan las enfermedades gastrointestinales y la producción de alimentos se reduce. Esto no es obra de la casualidad, sino resultado del calentamiento global.

El cambio climático esta en boca de todos, sobre todo en boca de aquellos que buscan cualquier causa noble para tratar de sacar hasta el último centavo, y es que el ultimo año, nos hemos visto invadidos por campañas publicitarias, documentales en televisión, eventos para hacer conciencia de el problema de el cambio climático. Es muy triste observar casos donde la gente trata de limpiarse el lodo revolcándose en una alberca de lodo. Quejarse del gran daño que se ha causado en el ambiente con un evento del estilo "Live Earth" es mas de lo mismo, lucrar económicamente con los problemas del planeta. Es muy fácil organizar un concierto donde asistan diversas personalidades y sacar ganancias millonarias, cualquiera de nosotros lo podría hacer, pero, ¿Dónde esta la acción que proponen para salvar nuestro medio ambiente? Quiero decir, ¿Dónde esta el activismo para tratar de parar la contaminación, la siembra de árboles? De esa parte no se acuerdan, porque esa parte implica sudar y trabajar y no obtener una recompensa; como si la maravillosa vida que nos da la naturaleza no fuese causa necesaria y suficiente para hacer todas esas actividades por ella.
Se han planteado muchas acciones que podemos llevar en nuestros hogares para frenar el cambio climático como ahorrar energía, apagando la televisión, el radio, cuando no se utilicen, cambiar el uso del auto por transporte publico, bañarse rápidamente, pero aunque estas acciones son fáciles de cumplirse, falta que los ciudadanos hagan conciencia ya que lo que hagamos o dejemos de hacer repercutirá para las futuras generaciones, esto se lograra poniendo en marcha programas de educación ambiental desde los primeros años de escuela y adaptar las leyes a los problemas ambientales, y que las sanciones sean mas severas a los que destruyen los recursos naturales del país. Pero muchas veces esto queda en palabras que desgraciadamente el viento se lleva. ¿Cuántas veces no nos quejamos del calentamiento global, pero hasta para ir a la tienda utilizamos el auto o el televisor esta todo el tiempo prendido, o que tal cuando lavamos el auto a manguerazos? No, las cosas no se cambian con palabras, se hacen con hechos que quedan grabados.

Es labor de cada país establecer las medidas para la conservación del medio ambiente, como también es fundamental crear los acuerdos internacionales, que nos lleven a una comunión entre el desarrollo económico y el cuidado de el medio ambiente. El costo por emprender las medidas asciende a 25 mil millones de dólares, mientras que los efectos negativos de no hacer nada serían mucho más costosos. Hay recursos, existen innovaciones tecnológicas y la financiación, lo que falta es la voluntad política.
El tema del calentamiento global no es un asunto del futuro sino del presente. Hoy en México no vemos el tema ambiental porque tenemos otras prioridades, como el combate a la pobreza, la educación y salud. Pero si continuamos con estas políticas ambientales indiferentes a nivel nacional, el día de mañana no va a haber pobreza que combatir, niños a quien educar o enfermos a quienes curar porque estamos acabando con la naturaleza, hoy tenemos la oportunidad de salvar a nuestro planeta, aun es tiempo, y emulando al premio Nobel de química Mario Molina “estoy convencido de que sí se puede hacer algo, y no algo, mucho”.